Jordi Muñoz y Chirs Anderson se conocieron en la plataforma de open source DIY-Drones (Do It Yourself), comunidad donde comparten sus experiencias algunos aficionados a vehículos aéreos no tripulados. Jordi sólo buscaba asesoría en cómo estabilizar un helicóptero de control remoto. Creó un piloto automático con acelerómetros extraídos de la nunchuck de Nintendo Wii y lo compartió con la comunidad. Después de eso, muchas personas comenzaron a seguir sus avances, entre ellas Chris Anderson, creador de la página DIY-Drones, quien en ese momento era editor de la popular revista Wired. Jordi tenía el talento para crear, pero en aquel entonces no contaba con el dinero necesario, por lo cual Anderson le envió 500 dólares para que perfeccionara su piloto automático y así comenzó a vender sus creaciones.
En 2012, Anderson dejó la revista Wired, para ocupar el puesto de CEO en la recientemente creada empresa 3D Robotics junto con Jordi Muñoz.
Hoy en día la empresa tiene oficinas en la ciudad de San Diego y Berkeley en California, ventas y marketing en Austin, Texas y una planta de producción en Tijuana, Baja California, México, que produce alrededor de 15,000 pilotos automáticos al año, generando ganancias de alrededor de 20 millones de dólares anuales.
Actualmente cuentan con modelos como el Iris+, el X8, Aero y el reciente modelo SOLO.
En 2017 3D Robotics ha dejado la manufactura de drones dedicándose sólo al desarrollo del software, incluso se encuentra con una deuda millonaria.
Inversionistas de Silicon Valley ya no invertirán en México: Jordi Muñoz
Los 12 inversionistas más importantes de Silicon Valley no volverán a invertir en México, así lo dijo Jordi Muñoz, emprendedor y ahora fundador de Mayan Robotics, durante del segundo día de actividades del Campus Party.
“Pregúntenme de todos los inversionistas de Silicon Valley, los 12 más importantes cuándo van a volver a invertir en México. Nunca”, comentó Jordi Muñoz.
En 2009, Chris Anderson, ex editor de Wired, y el mexicano Jordi Muñoz crearon la compañía 3D Robotics, tuvieron un momento de breve celebridad, pero finalmente el sueño terminó y fue cuando estos 12 inversionistas entraron al mundo de 3D Robotics.
“Sabíamos que traer inversionistas podría resultar o muy bien o muy mal. En el auge de la empresa en 2012 yo dejé de ser el CEO y entraron estos 12 inversionistas que nos obligaron a cerrar la fábrica de Tijuana y despedir a los 300 empleados a pesar de que dejaba 40 millones de dólares (mdd) al año”, destacó Muñoz.
Los inversionistas quisieron poner todos los huevos en una misma canasta, hicieron un drone para eso con una producción de 100,000 aparatos y no les funcionó, sólo vendieron 15,000 unidades.
“3D Robotics cambió la historia de los drones. Puedes meterte a Wikipedia y ahí dice el sistema que nosotros inventamos y que se utiliza en todos los drones del mundo. Inclusive la competencia, DJI, hizo ingeniería inversa y resulta que utilizan mi código”.
“Se dice que DJI nos colapsó. Hay una teoría, y eso no lo contó Forbes Estados Unidos, los chavos de DJI que son chinos tenían y sabían cuánto nos costaba cada drone y bajaron el precio de sus drones a lo que nos costaba fabricarlos y nos destruyeron. Lo hicieron conscientemente, sabían lo que estaba haciendo.”
“Al terminarse 3DRobotics, la empresa se endeudó y hasta eso los inversionistas actuaron bien y lograron rescatar mucho y dejar la deuda en ceros, incluso invirtieron otros 35 mdd y ahora ya se dedican a otro giro totalmente diferente”, dijo Muñoz.
Ese giro de 3D Robotics es el desarrollo de software para drones, lo que se hace en su totalidad desde Estados Unidos.
El ahora fundador de Mayan Robotics comentó que la decisión de los inversionistas de no volver a invertir en el país se debió en parte por el descalabro en el negocio con la planta en Tijuana y al clima de negocios y las regulaciones que hay en el país.
“Si lees un libro de economía, tenemos muchos rasgos comunistas que no deberían estar. Esas leyes tienen buenas intenciones para proteger al empleado, pero en Estados Unidos también se protegen a los empleados de una manera distinta donde no obliga a la empresa y fomenta el riesgo” dijo Muñoz.
En Estados Unidos, cuando le pagan la nómina al empleado, se le descuenta un pequeño porcentaje que es un seguro para el retiro y por si lo despiden, ya que pueden vivir hasta seis meses con el 70% de su salario.
“Aquí en México no hay ese servicio, aquí te despiden y te quedas en la calle. Aquí como empresario te pueden demandar por despido injustificado”, dijo el creador de Mayan Robotics.
Cuando Jordi abrió la planta en Tijuana de 3DRobotics les pagaba más a sus empleados. “De haber sabido que al despedir a los empleados me iban a demandar, no les hubiera pagado tanto y mejor se los hubiera dado después, en el momento de la demanda”, aseguró.
Jordi Muñoz rescató la fabrica de Tijuana después de que fuera cerrada.
“Yo compré toda la maquinaria que había costado 1.5 mdd, me la vendieron a 15,000 dólares. Traje toda la maquinaria y volví a abrir otra empresa donde hacemos todo lo relacionado a la robótica”, añadió Muñoz.
Foto: Julio Hernández
Emprendimiento
Jordi Muñoz considera que emprender se ha vuelto más fácil que hace 15 años, cuando comenzó su aventura con 3D Robotics.
“En México se ha vuelto más fácil, pero la mentalidad ha cambiado y ya hay más gente que se atreve a compartir su historia, y esto es importante porque así otros emprendedores pueden ver que a pesar de lo complicado sí se puede”, comentó Muñoz.
El empresario de 30 años asegura que si los jóvenes quieren emprender en serio deben trabajar muy duro: “Requiere mucho esfuerzo y a veces uno no lo valora y de volada se dan por vencidos. Aunque el emprendimiento requiere de dinero, tiempo y recursos, cuando ya logras llegar a una meta se vuelve adictivo.”
A pesar de que no todos los proyectos van a ser una bomba disruptiva, dijo Muñoz, “el chiste es siempre estar intentando y ver otras oportunidades”.
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