Ir al contenido principal

Frédéric Chopin

                                         10 Mejores obras de arte de Frédéric Chopin - 10 Obras de Arte
(Fryderyk Franciszek Chopin; Zelazowa Wola, actual Polonia, 1810 - París, 1849) Compositor y pianista polaco. Si el piano es el instrumento romántico por excelencia se debe en gran parte a la aportación de Frédéric Chopin: en el extremo opuesto del pianismo orquestal de su contemporáneo Liszt (representante de la faceta más extrovertida y apasionada, casi exhibicionista, del Romanticismo), el compositor polaco exploró un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como sutil, que aún no ha sido igualado.
Ciertamente son pocos los músicos que, a través de la exploración de los recursos tímbricos y dinámicos del piano, han hecho «cantar» al instrumento con la maestría con qué él lo hizo. Y es que el canto constituía precisamente la base, la esencia, de su estilo como intérprete y como compositor.
Hijo de un maestro francés emigrado a Polonia, Chopin fue un niño prodigio que desde los seis años empezó a frecuentar los grandes salones de la aristocracia y la burguesía polacas, donde suscitó el asombro de los asistentes gracias a su sorprendente talento. De esa época datan también sus primeras incursiones en la composición.
Wojciech Zywny fue su primer maestro, al que siguió Jozef Elsner, director de la Escuela de Música de Varsovia. Sus valiosas enseñanzas proporcionaron una sólida base teórica y técnica al talento del muchacho, quien desde 1829 emprendió su carrera profesional como solista con una serie de conciertos en Viena.
El fracaso de la revolución polaca de 1830 contra el poder ruso provocó su exilio en Francia, donde muy pronto se dio a conocer como pianista y compositor, hasta convertirse en el favorito de los grandes salones parisinos. En ellos conoció a algunos de los mejores compositores de su tiempo, como BerliozRossiniLuigi Cherubini y Vincenzo Bellini, y también, en 1836, a la que había de ser uno de los grandes amores de su vida, la escritora George Sand.
Por su índole novelesca y lo incompatible de los caracteres de uno y otro, su relación se ha prestado a infinidad de interpretaciones. Se separaron en 1847. Para entonces Chopin se hallaba gravemente afectado por la tuberculosis que apenas dos años más tarde lo llevaría a la tumba. En 1848 realizó aún una última gira de conciertos por Inglaterra y Escocia, que se saldó con un extraordinario éxito.





La obra de Chopin
Excepto los dos juveniles conciertos para piano y alguna otra obra concertante (Fantasía sobre aires polacos Op. 13Krakowiak Op. 14) o camerística (Sonata para violonceloSon obras éstas tan brillantes -si no más- como las de sus predecesores John Field y Carl Maria von Weber, pero que no buscan tanto la brillantez en sí misma como la expresión de un ideal secreto; música de salón que sobrepasa los criterios estéticos de un momento histórico determinado. Sus poéticos nocturnos constituyen una excelente prueba de ello: de exquisito refinamiento expresivo, tienen una calidad lírica difícilmente explicable con palabras.
 y piano), toda la producción de Chopin está dirigida a su instrumento musical, el piano, del que fue un virtuoso incomparable. Sin embargo, su música dista de ser un mero vehículo de lucimiento para este mismo virtuosismo: en sus composiciones hay mucho de la tradición clásica, de Mozart y Beethoven, y también algo de Bach, lo que confiere a sus obras una envergadura técnica y formal que no se encuentra en otros compositores contemporáneos, más afectos a la estética de salón.
La melodía de los operistas italianos, con Bellini en primer lugar, y el folclor de su tierra natal polaca, evidente en sus series de mazurcas y polonesas, son otras influencias que otorgan a su música su peculiar e inimitable fisonomía.
A todo ello hay que añadir la propia personalidad del músico, que si bien en una primera etapa cultivó las formas clásicas (Sonata núm. 1, los dos conciertos para piano), a partir de mediados de la década de 1830 prefirió otras formas más libres y simples, como los impromptus, preludios, fantasías, scherzi y danzas.


Comentarios

NUNCA TE RINDAS

Grupo Gloria

                   Grupo Gloria - Los arequipeños que forjaron un exitoso conglomerado  empresarial Los hermanos Rodríguez Rodríguez integraron la lata de leche a la vida cotidiana de los peruanos y sobre ella construyeron una organización que ha trascendido el negocio lácteo y las fronteras peruanas. Vito y Jorge Rodríguez Rodríguez tuvieron un inicio polémico que con el tiempo, su escasa visibilidad mediática y su éxito empresarial se ha ido olvidando. De no ser por estos hermanos, posiblemente la lata de leche en el Perú hubiera pasado a la historia, como sucedió en el resto del mundo. Ellos la integraron a la vida cotidiana de los peruanos y sobre ella construyeron una organización que ha trascendido el negocio lácteo y las fronteras peruanas. La historia del Grupo Gloria empieza con un tarro de leche. El primero se produjo en 1942, junto a una remesa de casi 3.000 kilos de leche fresca acopiados en la campiña ...

Las claves del Imperio Wong

En la década de 1980, el mercado peruano estaba dominado por grandes "monstruos" comerciales (como Monterrey, Tía, Scala Gigante, Todos y Galax, entre otros). Cadenas de supermercados que, debido a la crisis económica y a la falta de una estrategia adecuada de desarrollo, desaparecieron inexorablemente. Hoy, con la apertura del Perú a los mercados internacionales, no sólo llegaron nuevas cadenas, sino que aquellas que sí apostaron por el crecimiento del país, lograron un posicionamiento de líder. Este es el caso de E.Wong, la cadena de supermercados que se constituye en la actualidad en la mayor generadora del desarrollo comercial del Perú. Basta atender a algunas cifras para darnos cuenta de ello: fundamentalmente, registra una facturación anual promedio superior a los 500 millones de dólares y lidera actualmente el mercado con más del 70 por ciento de la participación. Al margen de las cifras, la presencia y relevancia de E.Wong en el país es enorme. Al visitar...

La mágica historia de Hikari Ōe, un niño autista que se convirtió en récord de ventas en casi todo el mundo

Hikari Ōe iba a morir. Desde antes de nacer el japonés tenía un diagnóstico complejo. Su nacimiento se hacía improbable y, si ocurría, estaba destinado a vivir asistido por otros por el resto de su vida. La decisión estaba en las manos de sus padres. Su padre, Kenzaburō Ōe, no era un hombre que no aceptara los retos: Desde pequeño tuvo que lidiar vivir en una sociedad ultracompetitiva y con dos orejas que salían de su cabeza y se convertían en su principal característica. Así, de niño aprendió a vivir con su mayor defecto a la altura de su cara. Por eso no es raro que él escribiera cosas como esta: “Si quiero enfrentar mi responsabilidad, solo tengo dos caminos: o le estrangulo con mis propias manos o lo acepto y lo crío. Lo sé desde el principio, pero no he tenido valor para aceptarlo…”. El texto es del libro “Una cuestión personal” (1964). El párrafo fue significativo, pensando que Ōe se casó a los 25 años -en 1960- con Yukari Itami, el amor de su vida, y tres años...